Tórtola grácil
La vida sigue alegre,
azul, roja, amarilla…
Tus ojos
grandes parecen girar
cuando me
miras pensativa.
Tu sonrisa
abre despacio
la
extensión de tus labios,
y allí
quiero perderme y seguir
perdiéndome
en tu cuerpo.
¿Sentiste
cómo creció el deseo,
el impulso
ciego que hacia ti me lleva?
Deja que
mis olas choquen con tus orillas,
deja que mi
luz te aclare las cejas,
deja que
los vientos de mi boca soplen
por tus dos
altas montañas,
permíteme
poner un arcoíris
en tu
espalda,
permíteme
subir por la cima de tu cuello,
y sabrás
que la vida también es dulce
y tiene
espumas.