viernes, 28 de septiembre de 2012

Copas de vino




Cuando hay tantas malas noticias,
tengo que beber algunas copas de vino.

Es adormecer mi conciencia un poco,
porque así “normal”
hay cosas que no resisto:
pensiones millonarias a hombres vigorosos,
expedientes archivados
horas antes del cambio de gobierno,

prisiones con aires acondicionados
y servicios de parábolas,
hospitales inauguradas al vapor,
pero que no están en servicio…


Sería bien larga la lista
si siguiera nombrando
esas cosas que sin beber vino
no soportaría…

cierro los ojos y bebo un poco de vino
y me olvido por un momento
de este país donde vivo
o donde muero, donde habito,

donde veo, como todos ven,
las cosas que nos suceden,

donde siento, como pocos sienten,
el puñal de la impotencia…


El vino después de todo
es bueno para el olvido,
me ayuda por un instante
a no pensar
en nuestros problemas.

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